Parametasona

Acción terapéutica.

Glucocorticoide.

Propiedades.

Es un glucocorticoide sintético que se utiliza principalmente por su potente efecto antiinflamatorio sobre diversos órganos. A dosis antiinflamatorias equipotentes, no posee las propiedades de retención hidrosalina de la hidrocortisona y sus derivados.

Indicaciones.

Tratamiento de enfermedades reumáticas: artritis reumatoide y artritis reumatoide juvenil, artritis gotosa, carditis reumática y reumatismo en general. Tratamiento de enfermedades dermatológicas: lupus eritematoso, dermatitis alérgicas, esclerodermia, periarteritis nodosa, psoriasis. Tratamiento de afecciones alérgicas: asma bronquial, rinitis alérgicas. Tratamiento de enfermedades oftálmicas: neuritis óptica, oftalmía simpática, conjuntivitis alérgica, coroiditis, uveítis. Tratamiento de enfermedades respiratorias: síndrome de Loeffler no tratable por otros medios, beriliosis, tuberculosis pulmonar diseminada o fulminante cuando se usa simultáneamente una quimioterapia antituberculosa apropiada. Tratamiento de enfermedades hemáticas: púrpura trombocitopénica idiopática en adultos, trombocitopenia secundaria en adultos, eritroblastopenia. Tratamiento de enfermedades gastrointestinales: colitis ulcerativa, enteritis regional. Tratamiento de sinovitis, artritis reumatoide, bursitis, epicondilitis, tenosinovitis y osteoartritis postraumática, queloides, liquen plano, neurodermatitis, lupus eritematoso, alopecia areata.

Dosificación.

Vía intramuscular: 20 a 40mg. En caso de ser necesario, esta dosis puede repetirse a intervalos de 1 a 3 semanas. Vía intraarticular y en tejidos blandos: 10 a 40mg. En caso de ser necesario, esta dosis puede repetirse a intervalos de 1 a 3 semanas. En administración intralesional la dosis es de 2 a 4mg por punto de inyección.

Reacciones adversas.

Las reacciones adversas más frecuentes incluyen equimosis, insomnio, aumento de peso, hipertricosis, aparición de estrías y adelgazamiento de la piel, aparición o reactivación de úlceras pépticas, hipertensión, osteoporosis, debilidad muscular, alteraciones psíquicas e irregularidades menstruales. La administración prolongada puede dar lugar al síndrome de Cushing.

Precauciones y advertencias.

Igual que el resto de los corticoides, puede enmascarar algunos signos de infección y favorecer la reactivación de las infecciones latentes. Durante el tratamiento, el paciente no debe ser vacunado contra la viruela ni realizar cualquier tipo de inmunización debido a posibles complicaciones neurológicas o a una inhibición de la producción de anticuerpos. En pacientes con tuberculosis latente o reactividad a la tuberculina, puede producir una reactivación de la enfermedad. Se recomienda utilizar con precaución en pacientes con herpes simple ocular a fin de evitar una posible perforación corneal. A pesar de que carece casi por completo de las propiedades de retención salina de la hidrocortisona y de la cortisona, se aconseja una dieta pobre en sodio y rica en potasio, especialmente cuando la droga se administra a dosis elevadas o por períodos prolongados. Administrar con precaución en pacientes que padezcan insuficiencia cardíaca congestiva, tuberculosis (sólo indicado en tratamiento simultáneo a los tuberculostáticos específicos), amebiasis, infecciones piógenas con peligro de perforación, anastomosis intestinales. En geriatría, la vida media de la parametasona puede prolongarse, por lo que se recomienda ajustar la dosis. Se recomienda controlar estrechamente a los pacientes bajo tratamiento en caso de que padezcan de cataratas subcapsulares posteriores, glaucoma, lesiones del nervio óptico en infecciones oculares secundarias. Los efectos se potencian en pacientes con hipotiroidismo, insuficiencia hepática y renal. Además, sintomatologías psicóticas como insomnio, distimia, cambios de personalidad, euforia y depresión pueden agravarse por el uso de parametasona. La suspensión del tratamiento puede ocasionar la aparición de fiebre, mialgias, artralgias, malestar, síntomas de insuficiencia suprarrenal. Se recomienda aumentar la dosis antes, durante o después de situaciones de estrés. No se recomienda durante el embarazo y el período de lactancia.

Interacciones.

La administración simultánea con barbitúricos, fenilbutazona, fenitoína o rifampicina puede reducir el efecto terapéutico de la parametasona. La administración simultánea con diuréticos tiazídicos debe realizarse con prudencia por el posible aumento del déficit potásico. El tratamiento con corticoides puede disminuir la respuesta a los anticoagulantes. La troleandomicina y eritromicina reducen la eliminación de parametasona. La dosis de parametasona debe reducirse cuando se administre junto con estrógenos y se aumentará cuando éstos se suspendan. Los corticoides aumentan la eliminación de los salicilatos.

Contraindicaciones.

Pacientes con úlcera gastroduodenal en fase activa, varicela reciente, cuadros psicóticos agudos, micosis sistémicas generalizadas, hepatitis viral no complicada, insuficiencia hepática fulminante, queratitis herpética simple, inmunizaciones con vacunas de gérmenes vivos y en caso de hipersensibilidad a la droga. La hipertensión y la diabetes no constituyen contraindicaciones absolutas, si bien deben ajustarse los tratamiento dietéticos y medicamentosos correspondientes.

Sobredosificación.

En caso de sobredosis, los síntomas incluyen alteraciones transitorias del SNC, confusión mental, ansiedad, depresión, hemorragias gastrointestinales, elevación brusca de la glucemia, hipertensión y edema. Puesto que no existe un tratamiento específico, se recomienda suspender el tratamiento y utilizar las medidas terapéuticas paliativas.

Medicamentos que contienen Parametasona