SANDIMMUN®
NOVARTIS
Denominación genérica: Ciclosporina.
Forma farmacéutica y formulación: Solución Inyectable. Cada ml contiene: Ciclosporina 50 mg. Vehículo cbp 1 ml.
Indicaciones terapéuticas: Trasplante de órganos sólidos: Prevención del rechazo de injerto tras un alotrasplante de riñón, hígado, corazón, pulmón, páncreas o trasplante combinado de corazón-pulmón. Tratamiento del rechazo de injerto en pacientes previamente tratados con otros inmunosupresores. Trasplante de médula ósea: Prevención del rechazo de injerto después de un trasplante de médula ósea. Prevención de la enfermedad de "injerto contra huésped" (EICH).
Farmacocinética y farmacodinamia: Propiedades farmacocinéticas: La ciclosporina se distribuye esencialmente fuera del volumen sanguíneo. En la sangre se distribuye de la siguiente manera 33-47 % en el plasma, un 4-9 % en los linfocitos, 5-12 % en los granulocitos 41 al 58 % en los eritrocitos. En el plasma, un 90% del medicamento se une a las proteínas, principalmente a lipoproteínas. La ciclosporina se metaboliza extensamente convirtiéndose en más de 15 metabolitos. No hay una única vía metabólica principal. La eliminación se realiza principalmente por la vía biliar y sólo el 6% de la dosis oral se elimina en la orina y apenas el 0.1% se elimina en la orina en forma intacta. Los datos sobre la vida media de eliminación terminal de la ciclosporina muestran una gran variabilidad según el ensayo utilizado y la población examinada. La vida media terminal varió de 6.3 horas en voluntarios sanos y de hasta 20.4 horas en pacientes con hepatopatías graves. Propiedades farmacodinámicas: Grupo farmacoterapéutico: Inmunodepresores selectivos (código ATC L04A A01). La ciclosporina (también denominada como ciclosporina A) es un polipéptido cíclico formado por 11 aminoácidos. Es un potente inmunosupresor que en animales prolonga la sobrevida de alotrasplantes de piel, corazón, riñón, páncreas, médula ósea, intestino delgado o pulmón. Los estudios realizados indican que la ciclosporina inhibe la aparición de reacciones celulares, tales como reacciones inmunitarias de alotrasplantes, la hipersensibilidad cutánea retardada, la encefalomielitis alérgica experimental, la artritis por adyuvante de Freund, enfermedad de injerto contra huésped (EICH) y la producción de anticuerpos dependiente de las células T. A nivel celular, inhibe la producción y liberación de linfocinas, lo cual incluye la interleucina 2 (factor de crecimiento de los células T, TCGF). La ciclosporina parece bloquear a los linfocitos en reposo en la fase G0 o G1 del ciclo celular, e inhibe la liberación de linfocinas por las células T activadas, provocada por antígenos. Todos los datos disponibles indican que la ciclosporina actúa de forma específica y reversible sobre los linfocitos. A diferencia de los citostáticos, no reduce la hematopoyesis ni tiene efecto sobre la función de las células fagocíticas. Los pacientes tratados con SANDIMMUN® son menos propensos a las infecciones que aquellos que reciben otros tratamientos inmunosupresores. Se han realizado satisfactoriamente trasplantes de órganos sólidos y de médula ósea en seres humanos usando SANDIMMUN® para prevenir y tratar el rechazo y la EICH. La ciclosporina se ha utilizado con éxito en los beneficiarios de transplante de higado tanto en la hepatitis C por virus (VHC) positiva y por virus VHC negativo.También se han demostrado efectos beneficiosos del tratamiento con SANDIMMUN® en una gran variedad de afecciones autoinmunitarias o de presunto origen autoinmunitario.
Contraindicaciones: Hipersensibilidad conocida a la ciclosporina. Cuando se utilice SANDIMMUN® concentrado para infusión intravenosa: hipersensibilidad al aceite de ricino polioxietilado.
Precauciones generales: Solo debe ser prescrito Sandimmun® por médicos con experiencia en el tratamiento con inmunosupresores, que puedan proporcionar un adecuado seguimiento, lo cual comprende la realización de exploraciones físicas completas de forma periódica, la determinación de la presión arterial y el control de los parámetros de inocuidad de laboratorio. Los pacientes con trasplante que reciban este medicamento deberán ser supervisados en locales dotados de un equipo de laboratorio adecuado y de personal médico de apoyo. El médico responsable del tratamiento de mantenimiento deberá recibir toda la información necesaria a los fines del seguimiento del paciente. El método preferido para vigilar las concentraciones de ciclosporina en sangre total por radioinmunoensayo (RIA)consiste en un anticuerpo monoclonal específico (medición de las concentraciones del compuesto original), aunque puede usarse asimismo el método de HPLC que también mide la concentración del compuesto original. Si se utilizan muestras de plasma o suero, debe seguirse un protocolo de separación normalizado (tiempo y temperatura). Para la supervisión inicial de los pacientes con trasplante hepático deben usarse ya sea el anticuerpo monoclonal específico, o bien mediciones paralelas con el anticuerpo monoclonal específico y el anticuerpo monoclonal inespecífico a fin de garantizar que la dosis administrada produzca una inmunosupresión adecuada. Cabe recordar que la concentración de ciclosporina en la sangre, el plasma o suero no es más que uno de los numerosos factores que influyen en el estado cíclico del paciente. Por lo tanto, los resultados sólo representan una guía para ajustar la dosis tomando en cuenta los demás parámetros clínicos y de laboratorio. El concentrado para infusión i.v. contiene aceite de ricino polioxietilado, que puede causar reacciones anafilácticas. Estas reacciones consisten en ruborización en rostro y tórax superior, y en edema pulmonar no cardiogénico, con distrés respiratorio agudo, disnea, sibilancia, variaciones de la presión arterial y taquicardia. Por lo tanto, se requiere cautela en pacientes que hayan recibido previamente, por inyección o infusión intravenosa, preparados que contengan aceite de ricino polioxietilado (p.ej., cualquier preparación con Cremophor® EL), y en pacientes con predisposición alérgica. Así pues, los pacientes que reciban SANDIMMUN® i.v. deben mantenerse en observación continua por lo menos durante los primeros 30 minutos que siguen a la infusión y a intervalos regulares después. Si ocurren reacciones anafilactoides, se debe suspender la infusión. Debe haber una solución acuosa de adrenalina al 1:1000 y una fuente de oxígeno accesible junto a la cama. También se ha empleado con éxito la administración profiláctica de un antihistamínico (bloqueador de los receptores H1 + H2) antes del concentrado SANDIMMUN® para infusión intravenosa, para impedir la aparición de reacciones anafilactoides. Como otros inmunosupresores, la ciclosporina aumenta el riesgo de desarrollar linfomas y otros tipos de neoplasias malignas, en particular de la piel. Este aumento del riesgo parece relacionarse con el grado y la duración de la inmunosupresión más que con el uso de determinados fármacos. Por tanto, los regímenes terapéuticos que incluyen varios inmunosupresores deben emplearse con precaución ya que conducir a trastornos linfoproliferativos y tumores de órganos sólidos, a veces mortales. En vista del riesgo potencial de neoplasia maligna de la piel, debe advertirse a los pacientes tratados con SANDIMMUN® que eviten la exposición a los rayos ultravioleta. A semejanza de otros inmunosupresores, la ciclosporina predispone al paciente a contraer bacteriosis, micosis, parasitosis y virosis, con frecuencia asociadas a patógenos oportunistas. En pacientes que reciben ciclosporina se ha observado la activación de infecciones latentes por Polyomavirus que pueden llevar a nefropatia asociada a Polyomavirus (PVAN), especialmente a la nefropatía por virus BK (BKVN), o al virus JC asociados leucoencefalopatía multifocal progresiva (LMP). Estas condiciones son a menudo relacionados con una alta carga inmunosupresora total y debe considerarse en el diagnóstico diferencial en pacientes inmunodeprimidos con el deterioro de la función renal o síntomas neurológicos. Por consiguiente, para evitar desenlaces fatales, se deben tomar medidas preventivas y terapéuticas, especialmente en los pacientes en tratamiento prolongado con varios inmunosupresores. Durante las primeras semanas de tratamiento con SANDIMMUN® pueden presentarse frecuentemente elevaciones de las concentraciones séricas de creatinina y urea que pueden constituir complicaciones graves. Estos trastornos funcionales dependen de la dosis, son reversibles y suelen responder a una reducción de la dosis. Durante el tratamiento a largo plazo pueden desarrollarse trastornos renales, tales trastornos deben diferenciarse de las alteraciones vinculadas al rechazo crónico. SANDIMMUN® también puede provocar elevaciones reversibles de la bilirrubina sérica y a veces de las enzimas hepáticas, en función de la dosis. Es preciso vigilar de cerca los parámetros de la función renal y hepática y si se detectan valores anormales, puede ser necesario reducir la dosis. En los pacientes geriátricos, la función renal debe vigilarse con especial cuidado. El tratamiento con SANDIMMUN® requiere un control regular de la presión arterial; si se presenta hipertensión, debe emplearse un tratamiento antihipertensivo adecuado. Como se ha señalado que, en raras ocasiones, SANDIMMUN® provoca una elevación leve y reversible de las concentraciones sanguíneas de lípidos, es aconsejable efectuar determinaciones de los lípidos antes del tratamiento y después del primer mes de tratamiento. Si se detecta un aumento de las concentraciones sanguíneas de lípidos, debe considerarse la posibilidad de iniciar una dieta con un bajo contenido de grasas y, si es necesario, reducir la dosis. La ciclosporina aumenta el riesgo de hiperpotasemia, sobre todo en los pacientes con deficiencia renal. Tamabién se requiere precaución al coadministrar la ciclosporina con medicamentos ahorradores de potasio (p.ej. diuréticos ahorradores de potasio, inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina, antagonista de los receptores de angiotensina II) y medicamentos que contienen potrasio, así como en pacientes que siguen una dieta con un alto contenido de potasio(véase interacción con otros medicamentos). En tales casos se recomienda controlar las concentraciones de potasio. La ciclosporina favorece la eliminación de magnesio, lo que puede conducir a hipomaagnesemia sintomática, especialmente durante el periodo peritrasplante. Por lo tanto, se recomienda vigilar las concentraciones séricas de magnesio durante dicho periodo, sobre todo en presencia de síntomas o signos neurológicos. Si se considera necesario, deben administrarse suplementos de magnesio. Se requiere precaución en pacientes con hiperuricemia. Durante el tratamiento con la ciclosporina, las vacunaciones pueden ser menos eficaces; debe evitarse el uso de vacunas vivas atenuadas. Debe tenerse precaución al coadministrar el lercanidipino y la ciclosporina (véase interacción con otros medicamentos).
Restricciones de uso durante el embarazo y la lactancia: Embarazo: Los estudios con animales han demostrado efectos tóxicos en la función reproductora de ratas y conejos (véase toxicidad). Es limitada la experiencia con SANDIMMUN® en mujeres embarazadas. En mujeres embarazadas portadoras de trasplantes que reciben inmunosupresores, aumenta el riesgo de parto prematuro. En niños expuestos a la ciclosporina in utero se ha hecho una cantidad limitada de observaciones hasta la edad de aproximadamente 7 años. Estos niños mostraron una función renal y una presión arterial normales. Sin embargo, no se han realizado estudios adecuados y bien controlados en mujeres embarazadas, por lo que SANDIMMUN® no debe emplearse durante el embarazo a menos que los posibles beneficios justifiquen los riesgos potenciales para el feto. Lactancia: La ciclosporina se secreta en la leche materna. Las madres que reciben SANDIMMUN® no deben amamantar.
Reacciones secundarias y adversas: Muchos de los efectos colaterales asociados con el tratamiento ciclosporínico son dosis-dependientes y sensibles a la reducción de la dosis. En las diversas indicaciones, los efectos colaterales son esencialmente los mismos; no obstante, subsisten diferencias con respecto a la incidencia e intensidad. Como consecuencia de las mayores dosis iniciales y de mayor duración del tratamiento de mantenimiento después de un trasplante, los efectos secundarios son más frecuentes y usualmente más graves en los pacientes con trasplante que en los pacientes que reciben tratamiento por otras indicaciones. Reacciones anafilactoides han sido observadas tras la administración i.v. de SANDIMMUN®. Infecciones e infestaciones: Los pacientes que reciben tratamientos inmunosupresores, como ciclosporina, están en mayor riesgo de infecciones (virales, bacterianas, hongos, parásitos). Pueden ocurrir infecciones generalizadas y localizadas.Las infecciones preexistentes pueden agravarse y la reactivación de infecciones por Polyomavirus puede conducir a nefropatía asociada a Polyomavirus (PVAN) o al virus JC asociado a leucoencefalopatía multifocal progresiva (LMP). Se han reportado resultados graves y / o fatales. Neoplasias benignas, malignas y no especificadas (incluyendo quistes y pólipos): Los pacientes que reciben tratamientos inmunosupresores, como ciclosporina y regímenes que contienen ciclosporina, están en mayor riesgo de desarrollar linfomas u otros trastornos linfoproliferativos y otros tumores malignos, especialmente de la piel. La frecuencia de tumores malignos aumenta con la intensidad y la duración del tratamiento.
Interacciones medicamentosas y de otro género: Interacciones con los alimentos: La ingestión simultánea de jugo de toronja aumenta la biodisponibilidad de la ciclosporina. Interacciones farmacológicas: Más abajo se enumeran los fármacos que interaccionan con la ciclosporina, cuyas repercusiones clínicas e interacciones medicamentosas están debidamente documentadas. Se conocen distintos agentes que pueden aumentar o disminuir las concentraciones plasmáticas o sanguíneas de la ciclosporina mediante la inhibición o la inducción de las enzimas implicadas en el metabolismo de la ciclosporina, en particular las enzimas del citocromo CYP3A4. La ciclosporina es un inhibidor de CYP3A4 y de los múltiples fármacos transportador de P-glicoproteína puede aumentar los niveles plasmáticos de los otros medicaciones utilizados que son sustratos de esta enzima o transportador. Fármacos que disminuyen la concentración de ciclosporina: Los barbitúricos, la carbamazepina, oxicarbazepina, fenitoína, nafcilina, sulfadimidina por vía intravenosa, rifampicina, octreótida, probucol, orlistat, Hypericum perforatum (hierba de San Juan), ticlopidina, sulfinipirazona, terbinafina, bosentán. Fármacos que aumentan la concentración de ciclosporina: Los antibióticos macrólidos (p.ej. eritromicina y azitromicina y claritromicina]), ketoconazol, fluconazol, itraconazol, voriconazol, diltiazem, nicardipino, verapamilo, metoclopramida, anticonceptivos orales, danazol, metilprednisolona (dosis alta), alopurinol, amiodarona, ácido cólico y los derivados; inhibidores de las proteasas imatibib, colquicina, nefazodona. Otras interacciones farmacológicas importantes: Se debe ejercer cautela cuando se utiliza la ciclosporina con otros fármacos que presentan sinergia nefrotóxica, tales como: los aminoglucósidos (incluidas la gentamicina y la tobramicina), anfotericina B, ciprofloxacina, vancomicina, trimetoprima (+ sulfametoxazol), antiinflamatorios no esteroideos (incluidos diclofenaco, naproxeno y sulindaco) melfalán,antagonistas de los receptores H2 de histamina (p. ej. Cimetidina, ranitidina), metotrexato (véase Advertencias y precauciones). Debe evitarse la coadministración con el tacrolimus debido al aumento del riesgo de nefrotoxicidad. La coadministración de nifedipino y ciclosporina puede aumentar la frecuencia de hiperplasia gingival con respecto a la frecuencia registrada con la ciclosporina sola. Después de la coadministración de ciclosporina y lercanidipino, se triplicó el ABC de éste último, mientras que el ABC de la ciclosporina aumentó un 21%. Por lo tanto, se recomienda precaución al coadministrar la ciclosporina junto con el lercanidipino (véase Precauciones). Se ha determinado que la coadministración de diclofenaco y ciclosporina provoca un aumento significativo de la biodisponibilidad del diclofenaco, cuya consecuencia puede ser una disfunción renal reversible. El aumento de la biodisponibilidad del diclofenaco se debe muy probablemente a una reducción de su considerable efecto primer paso. No se prevé un aumento de la biodisponibilidad de los antiinflamatorios no esteroides con un efecto de primer paso limitado (p. ej., ácido acetilsalicílico) al administrarlos junto con la ciclosporina. La ciclosporina puede reducir la depuración de digoxina, colquicina, prednisolona e inhibidores de la HMG-CoA reductasa (estatinas). En varios pacientes que tomaban digoxina se observó una grave toxicidad digitálica en los días siguientes al inicio de la administración de la ciclosporina. También varios informes describieron la capacidad de la ciclosporina de potenciar los efectos tóxicos de la colquicina como miopatía y neuropatía, sobre todo en pacientes con disfunción renal. Si se utilizan digoxina o colquicina junto con la ciclosporina, se requiere una estricta observación clínica para permitir la detección precoz de las manifestaciones tóxicas de la digoxina o la colquicina, y la reducción de la dosis o suspensión del tratamiento. En la literatura médica y durante la farmacovigilancia se han informado casos de miotoxicidad que pueden incluir mialgia y adinamia, miositis y rabdomiólisis con la coadministración de ciclosporina con lovastatina, simvastatina, atorvastatina, pravastatina y raramente, fluvastatina. Cuando se coadministran con la ciclosporina, debe reducirse la dosis de estas estatinas según las recomendaciones de la información de prescripción. Puede ser necesario suspender temporal o definitivamente el tratamiento con estatinas en pacientes que presentan signos o síntomas de miopatía o factores de riesgo que predisponen a lesiones renales graves, tales como insuficiencia renal secundaria a la rabdomiólisis. En los estudios que utilizaron everolimus o sirolimus combinados con dosis normales de ciclosporina para microemulsión se observaron elevaciones de la creatinina sérica. Este efecto fue generalmente reversible reduciendo la dosis de ciclosporina. Everolimús y sirolimus sólo tuvieron una influencia mínima en la farmacocinética de la ciclosporina. La coadministración de ciclosporina aumenta significativamente las concentraciones sanguíneas de everolimus y sirolimus. Se requiere precaución al coadministrar medicamentos ahorradores de potasio (p.ej. diuréticos ahorradores de potasio, inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina, antagonistas de los receptores de angiotensina II) o medicamentos que contienen potasio, ya que pueden provocar aumentos importantes de las concentraciones séricas de potasio (véase Precauciones generales). Recomendaciones: Si no se puede evitar la coadministración de medicamentos que tienen interacciones conocidas con la ciclosporina, deben seguirse las siguientes recomendaciones: Durante la coadministración de un medicamento que puede presentar sinergia nefrotóxica, debe vigilarse de cerca la función renal (sobre todo la creatinina sérica). Si se produce una deficiencia renal significativa, debe reducirse la dosis del medicamento coadministrado o considerarse otra opción terapéutica. En portadores de injertos se han señalado casos aislados de trastornos importantes pero reversibles de la función renal (con elevaciones consecuentes de la creatinina sérica) después de la coadministración de derivados del ácido fíbrico (p.ej bezafibrato, fenofibrato). Por lo tanto, debe vigilarse de cerca la función renal de tales pacientes. En caso de trastorno grave de la función renal debe suspenderse la coadministración. Medicamentos que se sabe que reducen o aumentan la biodisponibilidad de la ciclosporina: en los pacientes trasplantados es necesario efectuar determinaciones frecuentes de las concentraciones de ciclosporina y, de ser necesario, ajustes de la dosis, sobre todo durante la introducción o el retiro del medicamento coadministrado. Si se coadministran medicamentos que se sabe que aumentan las concentraciones de ciclosporina, puede ser más adecuado valorar frecuentemente la función renal y vigilar de cerca los efectos secundarios de la ciclosporina, en lugar de medir las concentraciones sanguíneas. Debe evitarse la coadministración de nifedipino en pacientes que desarrollan hiperplasia gingival como efecto secundario de la ciclosporina. Los antiinflamatorios no esteroideos con un importante metabolismo de primer paso (p.ej. diclofenaco) deben administrarse con dosis más bajas de las que se emplearían en pacientes no tratados con ciclosporina. La coadministración de digoxina, colquicina o inhibidores de la HMG-CoA reductasa (estatinas) con la ciclosporina requiere una estricta observación clínica para permitir la detección precoz de las manifestaciones tóxicas de los medicamentos y la reducción de la dosis o suspensión del tratamiento.
Alteraciones en los resultados de pruebas de laboratorio: Ver Precauciones Generales.
Precauciones en relación con efectos de carcinogénesis, mutagénesis, teratogénesis y sobre la fertilidad: La ciclosporina no mostró efectos mutágenos ni teratógenos en los sistemas analíticos convencionales que utilizan la aplicación oral (hasta 17 mg/kg diarios por vía oral en ratas y hasta 30 mg/kg en conejos). Con dosis tóxicas (30 mg/kg al día por vía oral en ratas y 100 mg/kg en conejos), la ciclosporina mostró efectos embriotóxicos y fetotóxicos que condujeron a un aumento de la mortalidad prenatal y posnatal y a una disminución del peso de los fetos acompañada de retrasos de la formación del esqueleto. En dos estudios publicados, conejos expuestos a la ciclosporina in utero (10 mg/kg/día por vía subcutánea) presentaron una reducción de la cantidad de nefrones, hipertrofia renal, hipertensión sistémica e insuficiencia renal progresiva hasta la edad de 35 semanas. Los fetos de ratas tratadas con 12 mg/kg/día de ciclosporina por vía intravenosa (el doble de la dosis intravenosa recomendada para el ser humano) presentaron un aumento de la incidencia de defectos del septo ventricular. Estos hallazgos no se han reproducido en otras especies y se desconoce su pertinencia para el ser humano. Se llevaron a cabo estudios de carcinogenia en ratas y ratones machos y hembras. En el estudio de 78 semanas en ratones que utilizó dosis de 1, 4 y 16 mg/kg al día, se detectó una tendencia estadísticamente significativa hacia una mayor frecuencia de linfomas linfocíticos en las hembras, y la incidencia de carcinomas hepatocelulares en los machos tratados con la dosis intermedia fue significativamente mayor que el valor de control. En el estudio de 24 meses en ratas que utilizó dosis de 0.5, 2 y 8 mg/kg al día, la frecuencia de adenomas de los islotes pancreáticos con la dosis baja fue significativamente mayor que la incidencia de control. Los carcinomas hepatocelulares y los adenomas de los islotes pancreáticos no mostraron ninguna relación con la dosis. Los estudios realizados en ratas machos y hembras no revelaron alteraciones de la fecundidad. Se ha demostrado que la ciclosporina no es mutágena ni genotóxica en el ensayo de Ames, el ensayo v79-hgprt, el ensayo de micronúcleos en ratones y hámsteres chinos, los ensayos de aberraciones cromosómicas en médula ósea de hámster chino, el ensayo de letalidad dominante en ratones y el ensayo de reparación del ADN en espermatozoides de ratones tratado. En un estudio que investigó la inducción del intercambio de cromátides hermanas por la ciclosporina en linfocitos humanos in vitro se encontraron indicios de un efecto positivo (es decir, inducción del intercambio de cromátides hermanas) con altas concentraciones en este sistema. El aumento de la incidencia de cáncer constituye una complicación reconocida de la inmunosupresión en portadores de trasplantes de órganos. Las formas más comunes de neoplasias son el linfoma no Hodgkin y los carcinomas de piel. El riesgo de cáncer durante el tratamiento con ciclosporina es mayor que en la población sana normal, pero similar al que se observa en pacientes que reciben otros tratamientos inmunosupresores. Se ha informado que la reducción o interrupción de la inmunosupresión puede provocar una regresión de las lesiones.
Dosis y vía de administración: Las dosis recomendadas son indicativas. La dosis recomendada del concentrado SANDIMMUN® solución para infusión es de aproximadamente una tercera parte de la dosis oral adecuada. Es preciso medir regularmente las concentraciones sanguíneas de ciclosporina para evitar efectos adversos debidos a concentraciones excesivas y el rechazo del órgano debido a concentraciones insuficientes (véase Precauciones generales); estas mediciones pueden efectuarse con un método de radioinmunoensayo (RIA) basado en anticuerpos monoclonales. Los resultados obtenidos servirán de guía para determinar la dosis realmente necesaria para alcanzar las concentraciones deseadas en un paciente. En vista del riesgo de anafilaxia, SANDIMMUN® solución para infusión se reserva exclusivamente a pacientes que no pueden tomar el medicamento por vía oral (p.ej., justo después de una intervención quirúrgica) o que podrían presentar una alteración de la absorción de la forma oral durante episodios de trastornos gastrointestinales. En tales casos se recomienda cambiar lo antes posible a la administración oral. SANDIMMUN® debe diluirse a 1:20-1:100 con solución fisiológica normal o solución de glucosa al 5 % y administrarse por infusión intravenosa lenta durante aproximadamente 2 a 6 horas. Las soluciones para infusión intravenosas diluidas deben desecharse al cabo de 24 horas. Trasplante de órgano sólido: El tratamiento con el concentrado SANDIMMUN® para solución para infusión intravenosa debe iniciarse en las 12 horas previas a la intervención quirúrgica con una dosis de 3 a 5 mg/kg, y continuarse con la misma dosis diaria durante 1 a 2 semanas después de la operación. Enseguida la dosis debe reducirse progresivamente en función de la concentración sanguínea deseada hasta alcanzar una dosis de mantenimiento de 0.7 a 2 mg/kg. Al coadministrar el concentrado SANDIMMUN® para solución para infusión intravenosa con otros inmunosupresores (por ejemplo con corticosteroides o en el marco de una triterapia o cuatriterapia), pueden emplearse dosis menores (p.ej. de 1 a 2 mg/kg para el tratamiento inicial). Se recomienda que los pacientes cambien lo antes posible al tratamiento por vía oral. Trasplante de médula ósea: La vía de administración preferida para empezar el tratamiento con SANDIMMUN® es la infusión intravenosa. La dosis inicial debe administrarse el día anterior al trasplante. Para la mayoría de los casos, la dosis recomendada es de 3 a 5 mg/kg al día. La infusión debe continuarse con esta misma dosis durante un periodo de hasta 2 semanas después del trasplante antes de cambiar al tratamiento de mantenimiento por vía oral. El tratamiento de mantenimiento debe continuarse por lo menos tres meses (y de preferencia seis), antes de reducir progresivamente la dosis a cero un año después del trasplante. Podría ser necesario continuar el tratamiento por vía intravenosa si la ciclosporina oral provoca trastornos gastrointestinales que disminuyen la absorción del medicamento. Aunque algunos pacientes presentan EICH después de suspender el tratamiento con la ciclosporina, suelen responder positivamente a la reintroducción del medicamento. Deben emplearse dosis bajas de ciclosporina para tratar la EICH crónica leve. Uso en pacientes geriátricos: Aunque es limitada la experiencia con SANDIMMUN® en los pacientes geriátricos, no se han señalado problemas particulares después del uso de las dosis recomendadas del medicamento. En los ensayos clínicos sobre la administración oral de ciclosporina en artritis reumatoide, el 17.5 % de los pacientes tenían 65 años o más. Estos pacientes mostraron una mayor probabilidad de presentar hipertensión sistólica durante el tratamiento, así como elevaciones 50 % de la creatinina sérica con respecto a su nivel basal después de 3 a 4 meses de tratamiento. Los ensayos clínicos sobre SANDIMMUN NEORAL® en pacientes con trasplante o psoriasis no incluyeron una cantidad suficiente de sujetos mayores de 65 años para poder determinar si su respuesta es diferente de la de sujetos más jóvenes. Otros experimentos clínicos tampoco identificaron diferencias de respuesta entre pacientes pacientes geriátricos y pacientes más jóvenes. En general, la dosis debe seleccionarse de manera prudente para las personas de edad avanzada, empezando normalmente con una dosis situada en el extremo inferior del intervalo recomendado para tomar en cuenta la mayor frecuencia de insuficiencia hepática, renal o cardiaca, enfermedades concomitantes y otros tratamientos coadministrados. Uso en niños: Aunque en niños sigue siendo limitada la experiencia con SANDIMMUN®, niños desde 1 año de edad han recibido dosis normales de SANDIMMUN® sin problemas particulares. En varios estudios los niños han necesitado y tolerado mayores dosis de SANDIMMUN® por kg de peso que los adultos.
Manifestaciones y manejo de la sobredosificación o ingesta accidental: La DL50 de la ciclosporina es de 2.329 mg/kg en ratones, 1.480 mg/kg en ratas y > 1.000 mg/kg en conejos. La DL50 intravenosa es de 148 mg/kg en ratones, 104 mg/kg en ratas y 46 mg/kg en conejos. Síntomas: La experiencia con la sobredosis aguda de ciclosporina es limitada. Las dosis orales de ciclosporina de hasta 10 g (aproximadamente 150 mg / kg) han sido bien tolerado, con consecuencias clínicas menores, como vómitos, somnolencia, dolor de cabeza, taquicardia y, en algunos pacientes, de moderado a grave, deterioro reversible de la función renal. Sin embargo, los síntomas graves de intoxicación han sido informados después de una sobredosis accidental con ciclosporina parenteral en prematuros recién nacidos. Tratamiento: En todos los casos de sobredosis, se deben tomar medidas generales deben seguirse el tratamiento aplicado. Emesis forzada y lavado gástrico puede ser de importante en las primeras horas después de la ingesta oral. La ciclosporina no es dializable de forma importante, y tampoco se elimina correctamente por hemoperfusión con carbón activado.
Presentación(es): Caja con 10 ampolletas de 1 ml (50mg/ml). Caja con 10 ampolletas de 5 ml (250mg/5 ml).
Recomendaciones sobre almacenamiento: Consérvese a temperatura ambiente a no más de 25°C.
Leyendas de protección: No se deje al alcance de los niños. Su venta requiere receta médica. Literatura exclusiva para médicos.
Nombre y domicilio del laboratorio: Hecho en Suiza por: NOVARTIS PHARMA STEIN AG, Schaffhauserstrasse, 4332 Stein, Suiza. Distribuido por: NOVARTIS FARMACÉUTICA, S.A de C.V. Calz. de Tlalpan No. 1779, Col. San Diego Churubusco, C.P. 04120, Delegación Coyoacán, D.F., México.
Número de registro del medicamento: 099M84 SSA IV
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