Detalle de Principio Activo
Metenamina
Sinónimos.
Hexametilenamina. Hexametilentetramina canfosulfonato. HMT. Hexamina salicilato.
Acción terapéutica.
Antibacteriano.
Propiedades.
Es una base débil inactiva que se hidroliza lentamente en la orina para dar amoníaco y formaldehído, que al desnaturalizar las proteínas actúa como un antibacteriano inespecífico. Las concentraciones urinarias del formaldehído pueden ser bactericidas o bacteriostáticas, según el pH urinario, el volumen y la velocidad de flujo. La mayoría de los microorganismos son sensibles al formaldehído y no desarrollan resistencia. La absorción de la metenamina es rápida, pero en el ácido gástrico se hidroliza de un 30% a un 60%, si no posee cubierta entérica. Se distribuye fácilmente por todos los tejidos y líquidos corporales, pero su acción la realiza sólo en el nivel renal, ya que no se hidroliza a un pH superior a 6,8. Se excreta casi por completo (90%) en 24 horas por el riñón y en los pacientes con disfunción renal se puede acumular, pero no se considera tóxica; en esos casos las concentraciones urinarias de formaldehído resultan ser insignificantes.
Indicaciones.
Profilaxis y tratamiento de infecciones bacterianas del tracto urinario bajo. Cistitis. Uretritis.
Dosificación.
Adultos: oral, 1g cada 6 horas. Dosis límite: hasta 12g diarios. Dosis pediátrica: niños menores de 6 años, oral, 18,3mg por kg de peso corporal, cada 6 horas. Niños de 6 a 12 años: oral, 500mg cada 6 horas. Niños de 12 años en adelante: igual que adultos.
Reacciones adversas.
Hematuria, dolor de la parte inferior de la espalda, dolor o ardor miccional, náuseas, rash cutáneo, molestias gástricas.
Precauciones y advertencias.
No se han descripto problemas en seres humanos, a pesar de que la metenamina atraviesa la barrera placentaria y se excreta por leche materna.
Interacciones.
Alcalinizantes urinarios (antiácidos que contienen calcio o magnesio, inhibidores de la anhidrasa carbónica, citratos, bicarbonato de sodio), diuréticos tiazídicos, sulfamidas.
Contraindicaciones.
La relación riesgo/beneficio debe evaluarse en los siguientes problemas clínicos: deshidratación severa, disfunción hepática severa, disfunción renal severa.