Sulfisoxazol
Sinónimos.
Sulfafurazol.
Acción terapéutica.
Quimioterápico antimicrobiano.
Propiedades.
El sulfisoxazol (o sulfafurazol) es una clásica sulfonamida soluble y absorbible de acción corta, como la sulfadiazina. Su mecanismo de acción es bacteriostático, como todas las sulfamidas, porque impide el desarrollo y crecimiento bacterianos al inhibir competitivamente la incorporación del ácido paraaminobenzoico (PABA) afectando así la síntesis del ácido fólico, esencial para la proliferación de los microorganismos. Se absorbe con rapidez en el tracto gastrointestinal, se difunde a la sangre y se liga con las proteínas plasmáticas (50-60%). Su vida media es de 5-6 horas y es biotransformado en el hígado (acetilación). La proporción acetilada presente en el suero es del 25-30%. Su eliminación es rápida en el nivel renal como droga libre acetilada. Con el advenimiento de la era antibiótica, estos derivados sulfonamídicos han perdido vigencia terapéutica superados por los actuales antibióticos.
Indicaciones.
Infecciones respiratorias, otorrinolaringológicas (otitis) y urinarias.
Dosificación.
Como único agente en adultos, 2-4g como primera dosis y luego 1g cada 6 horas. En niños: 150mg/kg/día. En su asociación con eritromicina para uso pediátrico, la dosis media es 50mg/kg/día para el macrólido y 150mg/kg/día para el sulfisoxazol.
Reacciones adversas.
Ocasionalmente náuseas, vómitos, epigastralgias, fiebre, cefaleas, prurito, reacciones cutáneas, leucopenia, trombocitopenia, colestasis biliar, nefropatías, púrpura trombocitopénica, necrólisis epidérmica, hepatitis, anemia hemolítica, cristaluria.
Precauciones y advertencias.
En tratamientos prolongados deberán realizarse periódicamente controles de la función hemática, glucemia y tiempo de Quick. Se aconseja una abundante hidratación durante el tratamiento.
Interacciones.
Puede desplazar los anticoagulantes orales de su unión con las proteínas plasmáticas. El empleo de anestésicos locales (benzocaína, procaína, tetracaína) puede antagonizar el efecto del fármaco. Con hexametilentetramina se potencia el riesgo de cristaluria. La alcalinización de la orina mediante la administración de bicarbonato de sodio (12g diarios) aumenta la solubilidad de la sulfamida, lo que previene la cristaluria. El ácido ascórbico, al acidificar la orina, facilita la precipitación de cristales de sulfamidas.
Contraindicaciones.
Insuficiencia hepática o renal severa, hipersensibilidad a los derivados sulfamídicos, discrasias sanguíneas. Lactantes, prematuros, en las primeras 6 semanas de vida. Embarazo y lactancia.